La competencia. Alcances y limitaciones.

Que el ser humano se halla atado al conflicto. que la vida nos ha dado el sufrimiento y nosotros inútilmente lo obedecemos

es un hecho evidente, que el humano por cultura o por razones de su propia historia se ha convertido en enemigo de sus semejantes, y aunque no de manera constante, siempre tiende a chocar con quienes lo rodean. esto es causa de dos importantes motores de desarrollo, por un lado, esa lucha nos ha llevado a competir, luego siempre tender hacia la sima, hacia lo mejor, en lucha con nuestros semejantes. Por otro lado, ha hecho que tendamos a la homogeneidad de pensamiento, y de acción, pues el que actúa o hace cosas diferentes, choca con su realidad, y es inevitablemente atraído al vacío. Un vacío de existencia, de sensación, pues se le obliga a actuar de una manera que, si no lo hace, es castigo por sus semejantes. Una de esas prohibiciones, aunque paradójico, es la felicidad, la sensación de que todo lo que hay que hacer ha sido realizado, es odiada por los semejantes, que rodean a una persona que al no verla idéntica a sí mismos, la ven en posición de desigualdad, de inferioridad o de guerra, tendiendo a los conflictos.

En esos conflictos, los trabajadores manuales, tienden a odiar a los que trabajan de sus mentes, y viceversa. y así se crean conflictos, no entre clases sociales, sino en condiciones de vida. se creé que lo que tiene el otro, en algún sentido me pertenece. pues ¿por qué él y yo no? Estas preguntas que se hacen las personas antes de acometer el mal, me interesa mucho, pues nos ha llevado a crear una sociedad vil en que, así como la competencia nos permite avanzar, también nos limita en cuestiones de innovación y descubrimientos. Estamos a Bordas de una revolución científica y son los mismos humanos las que la evitan, pues prefieren que todos tengan las alas rotas, antes que ver que unos tienen derecho a comer y otros no. Es la ley de la paridad, en la que se espera que todos hagan lo mismo. No se ha enseñado el principio de diferencia como pilar de la sociedad. y la igualdad que se proclama en las calles y la prensa, nos ha llevado a la sociedad malsana en donde nos desarrollamos.


Un punto ha quedado claro: la competencia nos ha permitido crecer, pero no nos ha dejado innovar, ni desarrollar diversas áreas en la base social, que es el pueblo. Se necesita ser diferente y disfrutar la construcción de una nueva sociedad, para construirla, sino, andamos como un barco perdidos en medio del océano pacifico. 

Juan

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