Que el ser humano se halla atado al conflicto. que la vida nos ha dado el sufrimiento y nosotros inútilmente lo obedecemos es un hecho evidente, que el humano por cultura o por razones de su propia historia se ha convertido en enemigo de sus semejantes, y aunque no de manera constante, siempre tiende a chocar con quienes lo rodean. esto es causa de dos importantes motores de desarrollo, por un lado, esa lucha nos ha llevado a competir, luego siempre tender hacia la sima, hacia lo mejor, en lucha con nuestros semejantes. Por otro lado, ha hecho que tendamos a la homogeneidad de pensamiento, y de acción, pues el que actúa o hace cosas diferentes, choca con su realidad, y es inevitablemente atraído al vacío. Un vacío de existencia, de sensación, pues se le obliga a actuar de una manera que, si no lo hace, es castigo por sus semejantes. Una de esas prohibiciones, aunque paradójico, es la felicidad, la sensación de que todo lo que hay que hacer ha sido realizado, es odiada por...
Comentarios
Publicar un comentario